Cuando diagnostican plagiocefalia a nuestro bebé.

 

La plagiocefalia es cuando hay una parte de la cabecita del bebé que se encuentra aplastada.

Puede ser que el bebé ya nazca con plagiocefalia o que aparezca al poco de nacer. Si la plagiocefalia ya existe al nacer se debe a que el bebé ha sufrido presión en ese lado de su cabeza durante el embarazo. Si se forma después de nacer suele ser porque el bebé pasa mucho tiempo apoyando solamente ese lado de su cabeza. Puede ser que sea porque tiene tortícolis y se resulte difícil mover bien el cuello hacia ambos lados. Habrá un lado hacia donde no podrá girar o le resulte más difícil hacerlo. Otras veces las madres y padres no nos damos cuenta y ponemos la mayoría de veces estímulos siempre hacia el mismo lado, de forma que apoya mucho más tiempo un lado que el otro.

Fuente: Plagiocefalia postural: cuando se deforma la cabeza de un bebé (20minutos.es)

Hemos de estar atentos nada más nacer nuestro bebé que podemos dejar su cabecita apoyada hacia ambos lados. También vigilaremos que le lleguen estímulos desde ambos lados. De esta forma evitamos que aparezca una plagiocefalia posicional.

Si observamos que nuestro bebé tiene la cabeza más plana de un lado (suele ser por la parte posterior) debemos llevarle cuanto antes a la osteópata pediátrica.

El aplastamiento de una parte del cráneo hace que las suturas (uniones entre los huesos del cráneo) se bloqueen. Estas suturas deben estar libres para permitir el crecimiento del cerebro por igual en todo el cráneo. Si una o varias están bloqueadas el cráneo no podrá crecer por esa zona. El cráneo crecerá más por otras zonas, lo que agravará a la larga la deformidad. Lo que inicialmente era un aplastamiento posterior puede llegar a deformar la frente y la cara. Podemos observar la frente un poco más salida de un lado, uno de los ojos parece más pequeño, la nariz está torcida ligeramente. La osteópata pediátrica valorará aquellas suturas que se encuentren bloqueadas y las liberará.

Además, analizará si también hay tortícolis y/o otras alteraciones que comprometan la libertad de los tejidos del bebé. En cuanto nos demos cuenta de ello le llevaremos, no debemos esperar.

Cuanto antes tratemos la plagiocefalia más fácil y eficaz resulta.

No esperaremos a “que se resuelva solo con el tiempo”, esta fórmula no funciona. Hay unos cojines que evitan que el bebé siga recibiendo presión en el mismo lado hasta que se resuelva; pero no solucionan el problema de las suturas, ni la tortícolis, ni otros problemas asociados.

El problema no es sólo estético. También es funcional. La zona del cerebro que se encuentra comprometida no se desarrolla adecuadamente. Hay estudios que nos muestran que un bebé con plagiocefalia tiene muchas probabilidades de que pueda
tener dificultades en la etapa escolar. Su desarrollo neuro-senso-psicomotriz estará  comprometido. Si sólo ponemos en casco sin liberar los tejidos la tensión en la cabeza será mucho mayor, generando tensiones en otras zonas del cráneo. Por ello evitaremos el casco intentando solucionarlo antes. Si esto no es posible es muy importante seguir o empezar con el tratamiento osteopático para liberar las zonas comprometidas del cráneo.

Es muy recomendable que tu osteópata pediátrica vea a tu bebé lo más pronto posible. Es el mejor regalo que le puedes hacer a tu peque.

Helena Feijóo Salvador
Osteópata DO
mROE 741


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