OSTEOPATIA PEDIÁTRICA Y DESARROLLO NEURO-SENSO-PSICOMOTRIZ.

Osteopatia Pediátrica y desarrollo Neuro-Senso-Psicomotriz.

El desarrollo neuro-senso-psicomotriz del bebé es crucial para un completo desarrollo de sus capacidades como persona. Es la base donde se asientan todas las posibilidades futuras. Este desarrollo será pleno siempre y cuando el cuerpo se encuentre libre de tensiones para poder desarrollarse y moverse correctamente. Ahí es donde la osteopatía entra en juego.

El parto es un momento muy importante y crítico en la vida de cada persona. Es un proceso donde muchas fuerzas actúan. El cuerpo del bebé tiene que soportar muchas presiones y tensiones en un parto normal, que se multiplican si el parto es instrumentalizado o alterado. Si estas tensiones no se liberan quedan en el cuerpo en forma de bloqueos articulares o contracturas musculares. Es a través del movimiento que el bebé inicia su desarrollo y va conectando sus neuronas. Si este movimiento se encuentra limitado porque sus estructuras están sufriendo, también su desarrollo neuro-senso-psicomotriz se limita. Esto impide que el niño acabe desarrollando plenamente todo su potencial.

Además, las pequeñas tensiones en un bebé pueden derivar en problemas de niño o adulto. Una pequeña tensión en la base del cráneo al nacer (típico bebé que aguanta la cabeza nada más nacer) puede ocasionar problemas como escoliosis o migrañas en niños o adultos.

También es muy importante el entorno familiar del bebé. Si el bebé y la madre han pasado por un parto difícil pero se sienten arropados en su entorno familiar la recuperación será mucho más fácil para ambos. Es muy importante para el bebé que su entorno familiar sea emocionalmente estable, especialmente su madre. Esto permite una mejor recuperación de las posibles tensiones del parto. Puede que un bebé con un parto muy complicado tenga una buena recuperación, gracias a su entorno familiar, o puede que un bebé con un parto mucho más fácil tenga muchos más problemas ya que no encuentra donde apoyarse.

Todos queremos que nuestros hijos desarrollen plenamente sus capacidades. Y todos queremos evitarles problemas serios en un futuro. Por ello en muchos países europeos la visita al osteópata es lo normal después del parto y después de haber visitado al pediatra. No tiene que “pasarle nada” al bebé para que lo reconozca el pediatra. Del mismo modo no debería “pasarle nada” al bebé o al niño/a para que lo viese un osteópata.


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