Osteopatía Obstétrica
Tal como he explicado en el apartado de osteopatía pediátrica, la osteopatía lo que pretende es equilibrar las tensiones que hay en el cuerpo para que este pueda asumir los esfuerzos que vamos realizando.
El embarazo es un esfuerzo extra en la mujer. El aumento de peso y volumen en la pelvis y la zona abdominal hace que cambie la morfología de la columna, la pelvis, el centro de equilibrio, el apoyo de las piernas, la forma de caminar… Todos estos cambios pueden verse facilitados si el cuerpo está libre de tensiones, o dificultados si las hay. Si todo está correcto el útero puede ir creciendo sin problemas. Pero si hay tensiones o posiciones de la columna o de la pelvis menos favorables el útero puede que no se expanda en toda su amplitud. A parte de que pueda haber algo que afecte directamente la amplitud interna del útero (útero bicorne, tabique uterino, miomas uterinos) las tensiones externas del cuerpo de la mujer también pueden afectar.
Todo esto puede dificultar un embarazo saludable y relajado. Pueden aparecer dolores que nos limiten y nos hagan sentir incómodas. La osteopatía ayudará a una correcta colocación de la cadera y columna, liberará las tensiones del tejido de alrededor del útero para que pueda expandirse sin problemas y hará que tanto el embarazo como el parto sean más favorable para la madre y el bebé.
El que durante el embarazo tengamos dificultades o no nos puede indicar cómo se enfrentará el cuerpo al parto. Para que el parto sea adecuado y sin dificultades la madre y el bebé deben estar en las mejores condiciones posibles. El bebé tendrá que estar bien colocado y la madre tendrá las articulaciones del canal del parto libres y la musculatura relajada. La osteopatía puede ayudar al bebé a colocarse en una posición más favorable y a la madre a afrontar el parto sin tensiones.
En mi práctica aplico la osteopatía funcional en embarazadas. En el apartado de osteopatía pediátrica he explicado brevemente en que consiste. Los cambios se van realizando conforme el cuerpo los va pudiendo asimilar. De este modo se evitan lesiones o perjudicar al embrión o al feto. Durante las primeras 12 semanas de embarazo es cuando se produce mayor riesgo de aborto. Este riesgo existe tanto si realizas un tratamiento de osteopatía como si no. El tratamiento funcional es muy respetuoso con los límites del cuerpo. No implica mayor riesgo de aborto y puede ser beneficioso para mejorar la adaptación del cuerpo a las primeras etapas del embarazo.