¿Cuándo acudir al osteópata?
Como ya hemos comentado, lo ideal es llevar al bebé al osteópata al poco de nacer. El/la profesional nos indicará si hay alguna tensión que tenga que tratarse.
Luego hay etapas en las que nuestro cuerpo sufre cambios y es más relevante llevar un control de los mismos. A los tres meses hay un cambio en la forma de lactar, el bebé mama más rápido. A los 6 meses hay un cambio en la alimentación del bebé y pronto aparecerá el gateo. Al año el gateo ya está instaurado (casi siempre) y se puede valorar para que sea el adecuado. A los dos años ya tienen todos los dientes y caminan de pie. A los 4-6 años hay un cambio en la forma de colocar las piernas y empiezan a caerse los dientes (no en todos). A los 7 años cambia de nuevo la forma de colocar las piernas y están los primeros dientes de la dentadura adulta. A los 12 años se inicia un cambio puberal y ya están casi todos los dientes fuera. En las niñas además esa edad es importante porque pronto aparecerá la menstruación. En esta etapa hay cambios muy rápidos en poco tiempo, en las chicas. Luego al final del crecimiento, tanto en chicos como en chicas hay que valorar que mantengan un buen equilibrio estructural y que su cuerpo esté libre de tensiones para afrontar la etapa adulta. Las edades son orientativas, ya que lo importante es el cambio que se produce en el cuerpo. Cada persona somos diferentes y podemos tener este cambio en diferentes momentos, sin ser ello ningún motivo de que “algo funcione mal”. Por ejemplo, si empiezan a caerse los dientes a los 7-8 años o si la menstruación aparece a los 16 años puede ser perfectamente normal.
En estas etapas es recomendable acudir al osteópata a modo de revisión. Pero en caso de tener alguna dificultad, la osteopatía puede ayudar a solucionar ese problema.